Parece mentira que en pleno siglo XXI y a pesar de los avances de la ciencia y la tecnología y todas sus aplicaciones, los accidentes de trabajo en nuestro país sigan siendo tan habituales, constituyendo una de las principales lacras, junto con la precariedad laboral, el índice de pobreza, la violencia de género o el maltrato animal. Sí, todo esto es España. Los recientes estudios, no dejan lugar a dudas, durante el año 2017 el índice de accidentes laborales han disminuido, si bien es cierto que esto va unido a un descenso de la tasa de desempleo (3,8%), hecho que hace que la cifra no refleje la realidad con respecto al pasado año, pero lo que sí se sabe es que los accidentes con baja han aumentado un 5,5% en este periodo, mientras que el índice de incidencia apenas ha aumentado un 1,5%.