Certificar la calidad de nuestros productos y servicios, una garantía de éxito

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El tejido empresarial es una de las herramientas de principal relevancia con las que cuenta un país para dotar a su economía de la potencia necesaria para garantizar un cierto bienestar a sus ciudadanos y ciudadanas. Una nación que no tiene empresas es una nación vacía, que está condenada a la extinción y que no va a contar con los recursos necesarios para salir adelante. Las empresas tienen un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad y no hay nadie que pueda negar una evidencia tan grande como esta a las alturas en las que estamos de la vida.

Sí que es cierto que hay matices que debemos dejar claros porque no han sido comprendidos al 100% por las personas que conforman la sociedad. Uno de ellos es el que apunta que las pequeñas y medianas empresas son las que crean prácticamente el 99% de los puestos de trabajo en un país como España. Desde la política nacional se ha tendido a ayudar de una manera más considerable a las grandes empresas cuando son las pequeñas las que requieren de más ayudas al ser las más importantes y a las que más personas pueden dar trabajo.

Los dos últimos años no han traído momentos fáciles para las pymes en España. En una noticia publicada en el portal web del diario El Economista se hacía referencia a que el 26% de estas empresas tenían problemas de liquidez a causa de la pandemia. Se trata de un dato que evidencia que las autoridades públicas han podido hacer mucho más para evitar la crisis. Y ojo, no solo estamos hablando del gobierno central, sino también del de las comunidades autónomas y el de los ayuntamientos. Si todos hubiesen puesto un poco más de su parte, muchas pymes no habrían quebrado desde 2020.

¿Cuál es la situación actual de las pequeñas y medianas empresas en España? Hemos recurrido a una noticia publicada en la sección Cinco Días, que pertenece al diario El País, para conocer esa situación un poquito mejor. En ella se apunta que las pymes han tenido que adaptarse a una serie de nuevas necesidades para sobrevivir en un contexto tan complicado como el que marcaba el coronavirus. Y se cuenta desde la misma entradilla de la información que la falta de ayudas ha provocado la existencia de muchas dificultades, lo cual no ha ayudado en absoluto a generar ese clima de certidumbre que todas las empresas, ya sean grandes o pequeñas, necesitan para desarrollarse.

Lo que muchas pequeñas y medianas empresas han intentado durante la crisis económica ocasionada por el coronavirus para evitar pérdidas y soliviantar la precaria situación en la que muchas de ellas se han encontrado ha sido ofrecer servicios y productos de calidad. Eso es lo que todas dicen, pero la realidad muestra que no todas son capaces de ofrecer esos productos y servicios. Los profesionales de EFC Spain nos han indicado que aquellas empresas que están seguras de que lo que ofrecen merece la pena son las mismas que pretenden certificar ese trabajo por el cual se enorgullecen y buscan un beneficio.

El deseo de certificar motiva a muchas empresas a mejorar 

Todos los emprendedores son conscientes de que, si obtienen una certificación por los procesos y productos que son propios de su empresa, las probabilidades de obtener ganancias en su trabajo crecen como la espuma. La certificación pasa a ser entonces uno de los objetivos claves en el desarrollo empresarial y ese es el motivo por el cual se van introduciendo mejoras en distintos puntos que afectan a la compañía.

Podríamos decir, atendiendo a lo que hemos comentado en el párrafo anterior, queda certificación es un motivo por el cual una empresa busca mejorar, es un aliciente para alcanzar la excelencia, ofrecer lo mejor de nosotros y nosotras al conjunto de nuestra clientela y obtener todos esos beneficios con los que soñamos al principio de cada ejercicio económico. En la actualidad, con la feroz competencia que existe en todos y cada uno de los sectores del mercado, apostar por esa excelencia ya no solo es una recomendación, sino una necesidad para competir en igualdad de condiciones con el resto de empresas de nuestra actividad.

En España, está creciendo la cantidad de empresas que buscan obtener una certificación que acredite esa excelencia. Y esa es una muy buena noticia. En primer lugar, porque denota que las entidades de nuestro país están buscando progresar y que no quieren quedarse ancladas en el pasado. Y, en segunda instancia, porque esa mejora llevará asociados unos beneficios que disfrutarán los trabajadores de esa empresa y, por ende, la sociedad española. Todo lo que se ha introducir mejoras en las empresas es una ventaja para todo el contexto geográfico en el que se desarrolla esa empresa.

 

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