Hablar de piscinas en invierno parece que no tiene mucho sentido, pero si lo que queremos es disfrutar de ella en los meses estivales, o incluso nos planteamos poder alargar un poco más su tiempo de disfrute, conocer como llevar a cabo una buena hibernación o las ventajas de tener una cubierta de piscina, son interesantes y útiles.
El invernaje de nuestra piscina consiste en el acondicionamiento de las instalaciones con el uso de ciertos productos químicos, que son capaces de mantener el agua en perfecto estado, lo que nos ahorra costes en el mantenimiento necesario al ponerla en marcha la próxima temporada.
Invertir en la instalación de una cubierta de piscina, además de ayudarnos con el mantenimiento durante todo el año, es una de las mejores medidas de seguridad y prevención. Ya sea que tengamos un gran jardín, o menos espacio, el uso de la cubierta puede ayudarnos a disfrutar más de él y a hacerlo con mayor tranquilidad si convivimos con niños.
La decisión de cuidar de nuestra piscina durante la época de desuso cuenta con varias ventajas. La primera, como ya hemos señalado, es el ahorro que supone poner mantener el agua con todas sus propiedades. Ésta es, sin duda, la opción más ecológica, ya que no nos veremos obligados a vaciar y rellenar la piscina cada nueva temporada. Además, una piscina vacía se convierte en una estructura débil por la presión que recibe de la tierra de alrededor. Conservar el agua dentro ayuda a que no aparezcan grietas en el vaso y protege las paredes de las inclemencias del tiempo y la humedad.
Si nos decidimos, además de todo esto, por la instalación de una cubierta, hemos de saber que su principal ventaja, dependiendo la que elijamos, será que podremos alargar la temporada útil de nuestra piscina, ya que al crearse un efecto invernadero, subirá la temperatura del agua, y la hará más apetecible para el baño, fuera de los meses estivales. Además, es la mejor arma de protección y seguridad frente accidentes, y es innegable que aísla perfectamente el agua de la suciedad ambiental, con lo cual nos facilitará muchísimo la tarea de mantenimiento.
Cómo llevar a cabo el invernaje
La hibernación ha de realizarse cuando la temperatura del agua sea inferior a 15º:
- Limpieza: hay que limpiar a fondo paredes y fondos. Una opción para que se mantenga impecable durante todo el año es utilizar un robot electrónico, que garantiza una limpieza total. Por supuesto, también lavaremos el filtro. Asegurarnos de que funciona correctamente es necesario para la distribución de los productos que vamos a usar para la hibernación.
- Tratamiento del agua. El uso de los productos químicos necesarios es lo que mantendrá el agua libre de hongos, algas y bacterias.
- Es la mejor alternativa para que la piscina no se llene de hojas y suciedad. Elevados o no, este tipo de mecanismos son especialmente eficaces evitando posibles accidentes, sobre todo de los más pequeños.
- Si nos encontramos en zonas muy frías, debemos prevenir la formación de hielo, que podría agrietar las paredes. Bajar el nivel del agua por debajo de los skimmers y dejar dentro algún objeto flotante, que se mantenga en movimiento, nos ayudará con las heladas.
Es recomendable que con asiduidad revisemos el estado de la piscina para que todo se mantengan en orden y la puesta en marcha en la próxima temporada sea sencilla. Si hemos seguido los pasos anteriores lo único que habría que hacer sería limpiar la cubierta, reestablecer la filtración normal, hacer una limpieza más concienzuda y reanudar los procedimientos habituales de ajuste de pH, desinfección y prevención de algas y floculación.
Cómo elegir la cubierta adecuada
Hemos consultado a Cupoola, como primera marca española en cubierta de piscinas certificadas por la CE, y su consejo para elegir cómo cubrir una piscina es que pensemos cuál es el uso que pretendemos darle a la cubierta. El abanico de opciones es amplio dependiendo de cuáles sean nuestras necesidades. La elección será diferente si la motivación principal es proteger a niños y mascotas del peligro de una piscina descubierta, si lo que necesitamos es cubrir nuestra piscina para protegerla de la suciedad o si lo que queremos es poder aprovechar su uso alargando la temporada de baño. El tipo de clima también es un factor a tener en cuenta por el aprovechamiento energético que podremos hacer de la cubierta.
Dentro de las opciones que nos ofrecen podemos encontrar:
- Cubiertas altas: nos ofrecen todas las ventajas de una cubierta de piscina, proporcionándonos, además, un espacio habitable donde poder disfrutar fuera de casa, durante más tiempo.
- Cubiertas bajas: son la mejor opción para jardines o parcelas reducidas, ya que no ocasionan tanto impacto visual como las altas.
- Cubiertas para piscinas de grandes dimensiones: su uso se hace principalmente en negocios que no quieren supeditar el uso de sus instalaciones a la temporada de verano.
- Cubiertas planas: su principal ventaja es que nos ofrece la posibilidad de usar el espacio que ocupa la piscina como espacio útil en el que poder hacer vida fuera de la temporada de baño.
En cuanto a su limpieza requiere que se haga de manera regular y rutinaria. Se recomienda limpiarla con agua, sin presión, ya que su uso puede estropearla, y jabón neutro, sólo en casos de mucha suciedad. Si se quiere usar algún producto específico deberíamos preguntar al fabricante. Usar un tratamiento anti-moho evitará que nos encontremos con moho a la hora de abrir la cubierta, además de que alargará su vida útil.
El mantenimiento es importante en todas las estancias de una casa, mucho más en el exterior ya que está más expuesto al desgaste producido por el clima y es más propenso a la suciedad. Ser previsores y seguir una rutina alargará el uso que podamos darle a nuestra piscina y eso hará que podamos disfrutar durante más tiempo de ella, además de evitarnos costosas reparaciones o gastos de puesta en marcha.