Llega a Valencia la feria inmobiliaria más famosa en la actualidad y este año, además, viene con premio porque en el mismo recinto ferial han aunado dicho evento con la feria de mobiliario. Dos citas que los amantes y seguidores de las ferias no podemos perdernos.
En la feria inmobiliaria he llegado a ver pisos y apartamentos cuyo valor había sido rebajado hasta un 70%. Normalmente estas gangas son expropiaciones de bancos e impagos hipotecarios y pensarlo, tal y como están las cosas, no te deja un buen sabor de boca porque puede que tras esa rebaja haya una familia desahuciada, pero visto desde el otro lado de la línea esa rebaja también puede ser la que le dé, a una nueva familia, su vivienda, así que todo depende del prisma con el que se mire.
Una de las empresas que siempre visito en su stand es Azul Hogar, pero esta visita la hago a nivel personal, no laboral o de redactor, y es porque su principal reclamo son los apartamentos en Torrevieja y Orihuela Costa, algo que siempre he querido tener pero que nunca he podido permitirme. Normalmente esta inmobiliaria saca varios apartamentos con buen tamaño y en buen estado a precios muy económicos pero supongo que todo depende del año.
Lo bueno es que si encuentras la vivienda o el apartamento de verano que estás buscando puedes salir por una puerta de la feria y entrar por otra para ver la exposición de muebles de la feria de mobiliario español. Así, si encuentras lo que te gusta, puede ser que salgas de la feria con un nuevo piso totalmente amueblado. Nunca se sabe.
En este sentido lo que yo no me perdería es el stand de Muebles Pepín, una empresa con un amplio abanico de posibilidades que entre las que seguro podrás encontrar los muebles que andas buscando. Tiene diseños modernos, clásicos, juveniles, actuales y con muy buenos acabados a precios competitivos.
No sé qué expondrán este año pero normalmente suelen sorprender por exponer las apuestas más atrevidas y, casi por regla general, aciertan con la elección.
Yo soy una persona a la que le gusta mirar, no tengo que comprar nada necesariamente para pasar una buena tarde, algo que sí le pasa a mucha gente. Por eso me encantan las ferias, porque puedes pasarte horas allí mirando los diferentes stands y luego puedes salir con el carro lleno (metafóricamente) o no, pero siempre con un buen sabor de boda. O al menos eso es lo que me pasa a mí.
Imaginad a alguien que necesite comprar un nuevo piso y lo encuentra más económico en la feria, algo que se adapte a sus necesidades. Apalabra una visita a la vivienda y tras esa visita lo mismo acaba con una casa en propiedad e incluso amueblada.