La Inteligencia Artificial es el presente y el futuro. Una revolución tecnológica que está influyendo en la manera de funcionar en las empresas. Lo vemos en tres sectores en concreto.
Como sucede con todas las grandes innovaciones tecnológicas, la I.A. ha suscitado controversia. No son pocas las voces que se alzan diciendo que la Inteligencia Artificial va a sustituir a los humanos.
Este no es un discurso nuevo. En los años 80, cuando se robotizaron las cadenas de montaje en la industria, algunos sindicalistas alarmaron a la población diciendo que los robots iban a sustituir a los trabajadores. Que nos encontrábamos en la antesala del fin de la clase obrera. Cuarenta años después podemos afirmar que esto no es cierto.
Algo parecido está sucediendo actualmente con la I.A. Con la popularización de ChatGPT y de otras herramientas, leí algunos artículos en internet que hablaba que ChatGPT iba a quitar el trabajo a periodistas, escritores y redactores. Eso no es así. Muchos escritores utilizan la I.A. como un asistente, que les facilita el trabajo, no como un sustituto. Estas opiniones no hacen más que alejar a los profesionales de una realidad evidente y, por tanto, les impide aprovechar las últimas tecnologías.
La aplicación y adaptación a la Inteligencia Artificial es un reto para las empresas. Así lo entienden los asesores de Crowe, una firma internacional de contabilidad y auditoría pública que trabaja para empresas y organismos de más de 130 países. Ellos nos dicen que la economía está en continuo movimiento, y que una de las tareas de las empresas es la de incorporar esos cambios.
Todo parece indicar que la I.A. va a estar presente de una manera decisiva en el futuro de las empresas, pero, sobre todo, es una realidad actual. Lo vemos en tres sectores en concreto:
El sector sanitario.
Las herramientas de I.A. ya se utilizan en los métodos de diagnóstico. Los médicos emplean software con tecnología de Inteligencia Artificial para estudiar las pruebas de diagnóstico por imagen. Estas herramientas compilan datos provenientes de radiografías, tomografías, ecografías, escáneres y permiten a los facultativos detectar condiciones de enfermedad en etapas tempranas.
La I.A. ya es un instrumento útil que ha facilitado a los médicos detectar casos incipientes de cáncer y enfermedades coronarias, permitiendo una curación más efectiva para los pacientes.
La Inteligencia Artificial ya se utiliza en la gestión de muchos hospitales en el mundo. Partiendo del historial de internamientos y altas, y de la actividad del centro, permite prever el trabajo en el hospital durante los próximos meses, organizando con eficacia la administración de las camas, la planificación de intervenciones y la gestión de los turnos del personal.
Evidentemente, los hospitales están dirigidos por un equipo de dirección, no por un ordenador, pero la I.A. actúa como un instrumento que automatiza muchas de las tareas repetitivas que se dan en la administración del hospital y permite prever el desarrollo más probable de los acontecimientos.
El Banco de Desarrollo de América Latina nos habla de una aplicación bastante interesante de la I.A. en sanidad. La de extender la asistencia sanitaria a regiones remotas o con poca cobertura de salud. Un experimento que ya se está poniendo en marcha en países como México. Las herramientas de I.A. permiten hacer un análisis de las pruebas de los pacientes a distancias remotas, lo que facilita el diagnóstico y el tratamiento, aunque aquella zona geográfica no disponga de medios técnicos suficientes. Aún, a nivel experimental, por medio de la tele-asistencia, algunas zonas rurales del interior de México disponen de médicos especialistas por esta vía, cuando antes no era posible.
El comercio minorista.
El comercio online y el marketing digital son unos de los sectores que más se están beneficiando a día de hoy de la Inteligencia Artificial.
Un desarrollo de la Inteligencia Artificial, la tecnología Big Data, se está aplicando con éxito en el comercio por internet. Presentando a los usuarios aquellos anuncios y productos que mejor se adaptan a sus necesidades y gustos, y aumentando de esta forma, el porcentaje de ventas.
El Big Data son los algoritmos que utilizan plataformas como YouTube, Facebook e Instagram para presentarnos contenido mientras navegamos por ahí. El objetivo de YouTube, por ejemplo, es el de que el usuario permanezca en la plataforma el mayor tiempo posible, para exponer la mayor cantidad de publicidad que pueda, su principal fuente de ingresos. Para ello sugiere vídeos relacionados con tu historial de visualizaciones.
A veces parece que la plataforma nos conoce demasiado bien, que se adelanta a nuestras intenciones, pero no es conocimiento, al menos como lo entendemos los humanos. Es análisis de datos. Un sistema de análisis de información que se está utilizando con éxito en la publicidad online e, incluso, en el funcionamiento interno de algunos e-commerces, marketplace y portales digitales.
El chat box es otra de las aplicaciones de I.A. artificial que se utiliza con frecuencia en el comercio electrónico. Este sistema de mensajería que funciona con Inteligencia Artificial resuelve algunas de las preguntas frecuentes que les surgen a los clientes. Los comercializadores de estas aplicaciones saben que a las personas nos gusta que nuestras dudas nos lo resuelvan otras personas, no un ordenador. Por eso, muchos de estos chats box funcionan como un distribuidor de comunicaciones, poniendo en contacto al usuario con el técnico o asesor que mejor le pueda resolver su problema. Mejorando de esta forma la atención al cliente.
Finanzas.
El mundo de las finanzas se basa en el análisis pormenorizado de datos. Quién mejor para analizar datos y extraer conclusiones que la Inteligencia Artificial.
Es iluso pensar que el éxito en las finanzas se basa en la intuición de un bróker experimentado. Detrás de cada inversión, de cada decisión financiera, hay un trabajo pormenorizado de investigación.
Los algoritmos de Inteligencia artificial permiten, por ejemplo, detectar fraudes en cuestión de segundos. Evitando, de esta manera, cuantiosas pérdidas. Los programas de I.A. son capaces de predecir tendencias y analizar los diferentes mercados a una velocidad inaudita hasta hace poco. Proponiendo sugerencias a los inversores con un alto nivel de rentabilidad. Digamos que la I.A. reduce los riesgos en un sector ya de por sí bastante dinámico.
Como sucede con otras áreas económicas, la I.A. ejecuta las tareas rutinarias y las tomas de decisiones más frecuentes y menos comprometedoras, rentabilizando aún más las carteras de inversión.
Retos a los que se enfrentan las empresas con respecto a la I.A.
Como estamos viendo, la Inteligencia Artificial es una realidad. Hasta ahora solo percibimos una pequeñísima parte de todo lo que esta tecnología puede llegar a hacer. También es cierto, que su nivel de implantación sigue siendo reducido. Las empresas de diferente tamaño tienen frente así el reto de incorporar la I.A. en su funcionamiento operativo y hacerlo de manera efectiva. Según la revista de administración de empresas Harvard – Deusto, estos son algunos retos ante los que se enfrentan las empresas con respecto a la Inteligencia Artificial:
- Arquitectura de la Información. La I.A. se basa en el análisis de datos. No se inventa nada. Cuando hace un desarrollo lo hace en función de los datos que dispone. Las empresas, con frecuencia, tienen almacenados los datos en silos diferentes. En apartados distintos que no están interconectados. Esto hace referencia al organigrama clásico de una empresa, que suele estar dividida en departamentos (departamento de producción, de marketing, de recursos humanos). Un sistema que, si no se ajusta, limita bastante el funcionamiento de la I.A.
- Implantación. Como hemos señalado de pasada, la implantación de la I.A. en el mundo de la empresa sigue siendo reducida. Las grandes empresas ya están utilizando esta tecnología; sin embargo, el grueso principal de las pequeñas y medianas empresas aún la ven con cierta reticencia. Parece ilógico, las Pymes compiten contra las multinacionales circulando en bicicleta mientras la competencia usa bólidos de carreras. En internet existen versiones gratuitas de aplicaciones de I.A. que algunas pymes están utilizando. Son las que todos conocemos. Tipo ChatGPT, pero sus funciones son reducidas. Para sacarle más provecho a esta tecnología tienes que invertir. Algo que tira un poco para atrás a los empresarios. Sin embargo, por el nivel de eficacia de estas aplicaciones, si se utilizan adecuadamente, la inversión se amortiza con rapidez, proporcionando con el tiempo pingües beneficios.
- Uso productivo de la I.A. Como sucede con todas las innovaciones tecnológicas, la I.A. es muy golosa. Pero si no se utiliza adecuadamente, puede llegar a representar una pérdida de tiempo y proporcionarnos unos resultados que no son los deseados. Una empresa que incorpora herramientas de I.A. debe formar a sus trabajadores para que aprendan a utilizarla. La I.A., además, tiene la ventaja de que va perfeccionándose y adaptándose al modus operandi de la empresa con el tiempo. Es lo que describimos cuando decimos que la I.A. aprende. Vale la pena en estos casos entrenar a la I.A. el tiempo que sea necesario para sacarle el mayor partido posible.
De poco sirve especular sobre el futuro de la I.A. La Inteligencia Artificial es una realidad y lo mejor que pueden hacer las empresas es integrarla.