En los Ășltimos años, y sobre todo despuĂ©s de la crisis inmobiliaria, hemos asistido a un momento en el que el autoempleo ha sido potencialmente importante para el conjunto de la sociedad. Tras la mencionada crisis, los profesionales se vieron abocados a acudir al autoempleo para conseguir sobrevivir.
Pero no solo se trata de sobrevivir, sino que el autoempleo conlleva la consecuciĂłn de metas y objetivos personales que van mĂĄs allĂĄ de ganar dinero. Una empresa tiene varios objetivos, el principal es el objetivo social, pero no es el Ășnico, ya que para la consecuciĂłn de este objetivo hacen falta otros.
Por tanto, ademĂĄs del objetivo social y el objetivo personal (del empresario) tenemos otros objetivos. Un ejemplo de este tipo de objetivos, que podrĂamos denominar complementarios, es el objetivo social de las empresas, que es ayudar al conjunto de la sociedad tanto con su objeto social como con otras acciones complementarias.
PodrĂa confundirse objetivo social con el objeto social, pero dejemos claro que este Ășltimo es lo que tradicionalmente se conoce como actividad mercantil. El segundo obedece a una actitud interna de los empresarios por hacer del mundo un sitio mejor con su trabajo, ya que no sĂłlo se trata de ganar dinero, sino de aportar valor a la sociedad con el trabajo. En el artĂculo de hoy vamos a hablar en concreto de las empresa y emprendedores sociales, una especie de sociedades y personas que, por suerte para todos, empiezan a aparecer en nuestro paĂs.
Emprendedores y empresas sociales
El emprendedor social busca obtener beneficios, no para enriquecerse, sino para reinvertirlos en el propio proyecto, quiere que su compañĂa sea sostenible y, de forma paralela, busca el impacto social de su empresa. El objetivo de estos proyectos es dar soluciĂłn a un problema social, sea de la envergadura que sea.
Esto hace que sean empresarios muy involucrados con su idea de negocio, que trabajan con mucha ilusiĂłnâ, explica Marta SolĂłrzano, codirectora del curso de experto universitario en Emprendimiento e InnovaciĂłn social de la UNED y profesora de organizaciĂłn de empresas. âComo es un sector que se enfrenta a muchas dificultades, saca recursos de donde a otros no se les ocurre y, debido a ese fin social, logra involucrar a personas que no se implicarĂan igual en iniciativas puramente empresarialesâ.
La primera dificultad estriba en definir qué es exactamente el emprendimiento social. En ello estå la Comisión Europea. Aunque comparten con muchas ONG su finalidad social, las empresas sociales tienen que ser económicamente sostenibles y concebirse asà desde el principio, aunque reciban puntualmente alguna subvención. Esta es la descripción de estas empresas aceptada por todo el mundo académico, a nivel internacional, y asumida por la propia Comisión Europea.
Pero esta reconoce, a su vez, que es un problema que âno haya un modelo legal definido para estas empresasâ, que âse posicionan entre el sector privado tradicional y el sector pĂșblicoâ. Aunque sĂ estĂĄ claro que la caracterĂstica esencial que las diferencias del resto âes que tienen un objetivo social y societario combinado con el espĂritu empresarial del sector privadoâ.
En España no hay cifras disponibles sobre un sector en el que existe una gran variedad de modelos: desde pequeñas compañĂas que venden fruta y verdura ecolĂłgica y emplean a trabajadores en riesgo de exclusiĂłn social hasta empresas que venden objetos hechos con material reciclado o firmas que idean aplicaciones mĂłviles con contenidos educativos destinados a la poblaciĂłn de Ăfrica.
Las empresas que tienen proyectos destinados a España estån muy centradas en ayudar a colectivos especialmente necesitados de apoyo, como personas discapacitadas, enfermos mentales, exdrogodependientes, expresidiarios, mujeres maltratadas, parados de larga duración o jóvenes con formación escasa.
Las compañĂas enfocadas a la ayuda en los paĂses en desarrollo buscan cubrir necesidades bĂĄsicas, relacionadas, por ejemplo, con la alimentaciĂłn, la electricidad, el acceso al agua potable, la educaciĂłn o la sanidad. Y aquĂ es donde destaca una empresa española que destaca ofreciendo servicios sanitarios.
En concreto tratamientos dentales, es el caso de Dental Morente, una clĂnica dental situada en Madrid con mĂĄs de 30 años de experiencia, cuya filosofĂa se basa en dos pilares fundamentales, la mĂĄxima especializaciĂłn de sus profesionales y la calidad asistencial. AdemĂĄs, esta clĂnica dental, viajĂł en 2016 a Zimbabue con la fundaciĂłn Smile is a Fundation, con el fin de devolver la sonrisa a miles de niños, jĂłvenes y adultos con problemas dentales.