Cuando decidimos cambiar la distribución de nuestra casa, es natural que queramos lograr el mejor resultado posible. Sin embargo, llevar a cabo una reforma de este tipo no es una tarea sencilla y, aunque en principio pueda parecer una buena idea realizarla por cuenta propia o con la ayuda de amigos o familiares, contratar a una empresa de reformas especializada es la opción más sensata. Existen numerosas razones por las que contar con profesionales para cambiar la distribución de nuestra casa es esencial, y estas razones no solo están relacionadas con la calidad del trabajo, sino también con la seguridad, el ahorro de tiempo y dinero, y la garantía de que todo el proceso se realiza conforme a la normativa vigente.
En primer lugar, una de las principales razones para contratar a una empresa de reformas es la experiencia y conocimiento especializado. Las reformas no se limitan a mover paredes o cambiar muebles, sino que requieren un profundo conocimiento de la arquitectura, la construcción y las instalaciones. Los profesionales tienen la capacidad de valorar aspectos como la distribución óptima de los espacios, el uso eficiente de la luz natural, la ventilación y la estructura del inmueble. Su experiencia les permite anticipar posibles problemas que un aficionado podría no notar, como la necesidad de reforzar una pared que se va a mover o cómo realizar las instalaciones eléctricas de manera eficiente y segura. Además, contar con un equipo de expertos asegura que la reforma se ejecute de acuerdo con los principios del diseño y la funcionalidad.
Otra ventaja de contratar una empresa especializada es que se encargan de todo el proceso. Desde la planificación inicial hasta la ejecución y finalización de la obra, los profesionales se ocupan de todos los aspectos, incluyendo la obtención de permisos y licencias necesarias. En muchos casos, las reformas estructurales requieren permisos específicos que pueden ser complicados de gestionar sin el conocimiento adecuado. La empresa de reformas tiene la experiencia necesaria para gestionar estos trámites de manera eficiente, evitando posibles inconvenientes legales o retrasos.
La seguridad es otro factor crucial, ya que cambiar la distribución de una vivienda puede implicar trabajos que afectan la estructura del edificio, como la demolición de paredes o la modificación de instalaciones eléctricas y de fontanería. Si no se lleva a cabo de manera correcta, estos trabajos pueden comprometer la integridad del hogar, poniendo en riesgo a los habitantes. Los profesionales de una empresa de reformas están capacitados para garantizar que todo se realice de forma segura, utilizando materiales adecuados y respetando las normativas de construcción. Además, las empresas de reformas suelen contar con seguros que cubren posibles daños durante el proceso, lo que aporta una capa adicional de tranquilidad para los propietarios.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo, ya que es un factor clave a la hora de llevar a cabo una reforma y, en este sentido, realizar una obra sin experiencia puede alargarse indefinidamente, ya que, tal y como nos explican desde Alfa Interiorismo, surgirán imprevistos que serán difíciles de gestionar por personas sin el conocimiento adecuado. Contratar a una empresa del sector implica que el trabajo se realice en el plazo estimado, ya que cuentan con el personal y los recursos necesarios para llevar a cabo la reforma de forma eficaz y sin demoras innecesarias. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también minimiza el impacto que puede tener la obra en la vida diaria de los ocupantes de la casa.
Por otro lado, contratar a una empresa del ramo también garantiza la calidad del trabajo, puesto que los profesionales tienen acceso a materiales de alta calidad y herramientas especializadas que pueden no estar disponibles para un aficionado. Además, las empresas de reformas suelen ofrecer garantías sobre su trabajo, lo que significa que, si surgen problemas después de que se haya terminado la obra, se encargarán de solucionarlo sin coste adicional. Esto proporciona una tranquilidad que es difícil de obtener si se realiza la reforma por cuenta propia.
¿Qué permisos se necesitan para cambiar la distribución de una casa?
En general, cualquier cambio que altere la estructura, las instalaciones o las fachadas de un edificio, o que modifique el uso de los espacios, necesitará la autorización de las autoridades competentes para garantizar que el proyecto cumple con la normativa de urbanismo y seguridad. Los permisos necesarios pueden variar dependiendo de la ubicación, el tipo de obra y la legislación local, pero los más comunes son los siguientes:
- Licencia de obras menores o mayores: si se van a realizar cambios en la distribución de la casa, el primer paso será determinar si la obra se clasifica como obra menor o mayor. Las reformas menores son aquellas que no afectan la estructura del edificio ni las instalaciones principales (por ejemplo, mover tabiques no estructurales o cambiar la distribución de estancias sin modificar elementos fundamentales). Por otro lado, las reformas mayores son aquellas que implican alteraciones importantes en la estructura, como la demolición de paredes de carga, la modificación de la fachada o la redistribución de los espacios que afecta a instalaciones como fontanería o electricidad.
- Proyecto técnico y dirección de obra: si la reforma afecta a elementos estructurales (como la demolición de una pared de carga), es necesario contar con un proyecto técnico elaborado por un arquitecto o ingeniero. Este proyecto debe detallar las obras a realizar, los materiales que se van a usar y cómo se van a llevar a cabo. Además, para las reformas de mayor envergadura, es posible que también se requiera la dirección de obra, es decir, la supervisión de un profesional que se encargue de asegurar que la obra se realice conforme al proyecto aprobado y a la normativa.