O elígelas todas. Dibujar es un arte que conlleva grandes dosis de creatividad y saber utilizar la técnica más acorde a las pretensiones del artista. Es posible que tengas el talento necesario para iniciarte en el apasionante mundo del dibujo sin necesidad de que nadie te enseñe. De hecho existen muchos dibujantes autodidactas que aúnan su talento y la técnica produciendo auténticas joyas en papel y tinta o lápiz o carboncillo… Seas autodidacta o sientas inquietud por aprender a dibujar bajo la tutela de un profesor o profesora, una de las cosas imprescindibles es conocer las diferentes técnicas de dibujo de las que puede valerse un artista para sus creaciones.
Tanto los profesionales del dibujo como los artistas noveles, pueden iniciarse en este rudimentario arte, a través de diferentes materiales y técnicas que pueden incluso, combinarse entre sí. Carboncillo, lápices, lápices de colores e incluso piedra, son algunas de las herramientas de las que puede valerse un dibujante para ejecutar las diferentes técnicas. Dibujar reporta importantes beneficios para la formación de la personalidad y la expresión intelectual pues se trata de un arte que ayuda a expresar los pensamientos y sentimientos a través de los diferentes métodos y experiencia del dibujante.
Es posible concebir el arte de dibuja en diferentes formas como puede ser una ocupación ociosa o un oficio. En cualquier caso, una válvula de escape útil para reflejar la vida interior del artista. Para conocer los diferentes materiales necesarios para ejecutar cada técnica, lo mejor es entrar en una tienda de manualidades como Artespray, donde es posible encontrar todo tipo de materiales para las bellas artes. Carboncillo, sanguina, grafito, lápices de colores, bolígrafos… un dibujante tiene un mundo entero en el que elegir materiales y técnicas para realizar sus dibujos. No hay que olvidar que un artista que se precie, debe conocer todas estas técnicas y saber utilizarlas, razón por la que la práctica detrás del caballete, es esencial.
Las técnicas más conocidas
A continuación daremos un repaso por las diferentes técnicas que puede utilizar un buen dibujante (o uno malo que primero hay que aprender). En esta lista hablaremos de las más conocidas y fácilmente reconocibles.
Indiscutiblemente, la forma de dibujar más sencilla, conocida y evidente, es la técnica del lápiz. La versatilidad que ofrecen los lápices de grafito se extiende a través de una variada gama de durezas que van desde el 9H que son los lápices más duros, hasta el 9B que pertenece al grupo de los más suaves. Entre medias, nos encontramos con los lápices HB, que cuentan con el equilibrio necesario entre seco y graso. Este tipo de lápices, pueden tener minas que van de duras a blandas, siendo el número el que hace referencia a su suavidad: a menor número, mayor suavidad. Ideales para realizar sombreados y añadir tonalidades. Las minas duras, por el contrario, son las mejores para trazar delineados con mayor precisión.
Dibujar a lápiz conlleva dos etapas: la primera para dibujar las líneas de guía y la segunda para el sombreado. Para este último, se pueden utilizar técnicas como el zigzag, circulismo, suavizado… De su aplicación depende el resultado final.
Otra de las técnicas más conocidas, es sin duda, el carboncillo. Mediante esta técnica de dibujo, se permite crear trazos tanto finos como gruesos, adaptándose a la inclinación con la que se maneje el carboncillo que, es una herramienta esencial para el dibujante. Si simpleza, elimina la necesidad de disponer de una gran variedad de lápices, puesto que con un solo trozo de carboncillo, es posible realizar diferentes técnicas.
Es posible encontrar diferentes variantes de carboncillo que van desde las más secas y duras, hasta las más blandas y quebradizas. Cada una de sus variantes es ideal para realizar diferentes estilos y técnicas, así como aplicar efectos. El carboncillo seco es el ideal para realizar esbozos y crear líneas ligeras que faciliten el dibujo de los trazos preliminares que pueden borrarse con facilidad o modificarse de ser necesario. Para borrar carboncillo, es ideal utilizar una goma de miga de pan que no daña el papel. Con el carboncillo blando, se añade la profundidad deseada al tiempo que se añade contraste, puesto que permite jugar con las sombras, las luces y crear efectos con sus variaciones tonales. A diferencia del lápiz, el carboncillo permite realizar degradados suaves y aplicar la técnica de difuminado.
Los lápices de color, son otra de las técnicas más conocidas y utilizadas por los dibujantes. Lejos de limitarse a una tarea de coloreado, los lápices de colores, ofrecen una infinita gama de posibilidades que permiten al artista, crear las obras de mayor complejidad y con mayor matiz. Es posible realizar degradados sutiles, combinar tonos de un mismo color, añadir profundidad y por tanto, realismo. Los profesionales del dibujo, invitan a todo el que quiera dibujar y convertirse en un artista en el campo, a explorar el enriquecedor mundo de los lápices de colores. La riqueza que aporta a las diferentes composiciones es algo que no deja de sorprender a quienes contemplan las obras de arte realizadas con lápices de colores.
Sin duda, la técnica del aerógrafo es una de las que mayor popularidad están ganando. La metodología destaca por su singularidad de aplicación y los impresionantes efectos que pueden lograrse con los aerógrafos. La técnica consiste en la aspersión de pintura mediante un aerógrafo, lo que permite una aplicación suave y uniforme del color, hasta en superficies irregulares. Se trata de una técnica que requiere un cierto grado de habilidad y experiencia. Es muy valorada por su versatilidad y ofrece unos resultados excepcionales.
Sin duda, es una de las técnicas que permite una mayor expansión del arsenal artístico de la persona, al tiempo que ofrece la oportunidad de explorar y experimentar con diferentes estilos y superficies.
Más técnicas para dibujar
Menos habituales a nivel hobby pero igualmente utilizadas por los artistas del dibujo, podemos encontrar técnicas como la del dibujo a sanguina. Hemos observado este tipo de técnica en diferentes ámbitos que abarcan desde el dibujo de observación hasta las ilustraciones infantiles. Aunque diversas técnicas se adaptan a diferentes estilos, la sanguina es ideal para realizar retratos en combinación con el carboncillo y la piedra negra de la que hablaremos a continuación. Se trata de una técnica antigua que se popularizo en el siglo XV en Florencia, todos podemos recordar los trabajos de Leonardo Da Vinci, realizados en esta inconfundible técnica.
La técnica de la piedra negra aporta profundidad y originalidad a las obras. Es un material menos conocido, compuesto por carbón y arcilla, podemos encontrarlo en formas diversas como lápices de madera o tizas rectangulares, en blanco, negro o color y cuenta con gradaciones como H, HB, B, 2B y 3B. Su mayor eficacia se encuentra sobre el papel en color como las hojas de color sepia o negro, donde los lápices blancos de piedra negra, añaden profundidad. Ofrece una variedad de efectos similares a los que se consiguen con el carboncillo.
La pluma y el tintero no solo sirven para escribir como si estuviéramos en siglos pasados. La técnica de dibujo a pluma y tinta, consiste en un método de dibujo que se distingue por el uso de plumillas y tintas de alta calidad entre las que se incluyen las tintas indias. Permite al artista crear trazos definidos y tonalidades profundas, lo que ofrece una forma de expresión única. Existe una amplia gama de plumillas para diferentes finalidades, desde el bosquejo hasta la caligrafía y los trazos especiales que los artistas personalizan en diversos colores. En cuanto a las tintas, existen variantes de tinta china, india o de lapicero.
Por último, mencionar una de las técnicas más olvidadas: el dibujo a bolígrafo. Este instrumento, asociado directamente a la escritura, es el relegado a las notas y garabatos marginales de los bocetos. Sin embargo, se trata de una herramienta que permite una expresión creativa inigualable y permite abrir las puertas a una carrera artística sin igual: ilustración, diseño gráfico y arte y arquitectura, entre ellas. La técnica del bolígrafo, permite al artista realizar una gran variedad de efectos visuales mediante la densidad y disposición de bucles. Su flexibilidad hace del bolígrafo una de las opciones más versátiles para aquellos artistas que busquen nuevas formas de experimentar y desarrollar un estilo propio y personal.
En conclusión, tras este breve repaso por las diferentes técnicas de dibujo que podemos encontrar y de la que es posible valerse para crear infinidad de obras, no podemos negar que la herramienta de elección es fundamental. La herramienta conduce a la técnica y la técnica, a la obra de arte. Sin embargo, en manos de un buen artista, cualquier herramienta puede proporcionar resultados insuperables.
Da igual si se trata de lápiz o carboncillo, si se aplica color o sombras matizadas. Poco importa el elemento con el que se esboce la obra y con el que se concluya, lo que cuenta es el talento que hace que la técnica proporcione los resultados deseados. Existen grandes obras de dibujo artístico realizadas a bolígrafo y podemos encontrar obras de gran belleza, realizadas con aerógrafo. Ambas técnicas, las más alejadas del dibujo convencional.