Verano es la mejor oportunidad para las empresas para realizar las reformas necesarias para encarar la cuesta de septiembre con la mejor de las energías. Y es que parece que en verano el mundo se pare, debido a que la mayoría de las personas se van de vacaciones en verano, y no siempre merece la pena abrir debido a que los gastos pueden superar a los ingresos.
Aunque no todas las clínicas tienen este pensamiento, pues sus agendas están ocupadas durante todo el año. Esto pasa con las clínicas más profesionales y con las mejores instalaciones, como es el caso de la Clínica Dental José Luís Cano, una clínica especialista en implantes dentales y en rehabilitaciones orales, y lo que más le caracteriza son los métodos con los que trabajan para mejorar la salud bucodental.
En cualquier caso, unas instalaciones a la última nos ayudan no solo a atraer más clientes sino que además te permitirán utilizar nuevos procedimientos que mejoren la salud dental de los clientes. Y esto no es siempre sencillo, porque se deben de seguir ciertas pautas en la construcción o remodelación de una clínica dental.
Por eso, en el artículo de hoy vamos a hablar de cómo sentar las bases de una reforma, porque esto nos ayudará a mantener controlado el presupuesto. Además, nos permitirá controlar los diferentes imprevistos que puedan surgir, sobre todo si las obras se realizan durante las vacaciones de verano.
Cómo sentar las bases de una reforma
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la elección de los materiales con los que cubriremos nuestras paredes, techos y suelos es de vital importancia para trasmitir a nuestros pacientes una adecuada sensación de higiene, seguridad y confort, y para que a nosotros nos resulte lo más cómoda posible su limpieza. Es imprescindible, por tanto, que utilicemos materiales resistentes al lavado y al uso de desinfectantes para facilitar la limpieza de nuestras consultas y unidades dentales. A continuación pasaremos a analizar algunos puntos claves que pueden resultar de gran ayuda para diseñar un lugar de trabajo más confortable para nuestros pacientes y para nuestro personal sanitario.
Las principales características que deben presentar los suelos de nuestra clínica dental pasan por poner pavimentos higiénicos, de fácil limpieza y alta durabilidad, sin olvidar nunca el aspecto estético de los mismos. Los suelos de la consulta deberán ser fijos, es decir, estables en cuanto a su movilidad, no resbaladizos, sin irregularidades, ni pendientes peligrosas.
Para seleccionar un suelo, aparte del aspecto estético, su facilidad de higiene y su coste, hay otra serie de factores a tener en cuenta, como es la resistencia al desgaste, la resistencia a productos químicos (derrame de líquidos y sustancias, productos de limpieza, etc.) y la resistencia a factores ambientales. Además, es aconsejable que absorban vibraciones y ruidos; resistan la humedad y los cambios de temperatura y sean de baja conductividad térmica y eléctrica. Teniendo en cuenta todo esto, recomendamos la utilización de laminados de alta presión o los suelos vinílicos de gran durabilidad o PVC.
Otro aspecto fundamental que debemos cuidar con suma atención es el mantenimiento de nuestros techos y paredes. Una higiene óptima de ambos lugares favorecerá la imagen que ofrezcamos a nuestros pacientes y evitará la proliferación de organismos e infecciones.
Es recomendable el uso de paredes que posean un acabado liso, sin juntas ni uniones, con el fin de facilitar su limpieza y desinfección. En este sentido es vital el uso de pinturas epóxicas o de poliuretano, las cuales son resistentes al agua, la abrasión y a los impactos, además de poseer un alto brillo y poco amarillamiento.
Otra opción es la colocación de revestimientos de PVC, que destacan por su gran resistencia, impermeabilidad y cómoda limpieza y suponen el acabado ideal para aquellos lugares que necesitan cumplir ciertos requisitos sanitarios. Por último, es aconsejable emplear rodapiés de tipo higiénico, para intentar que la unión entre la pared y el rodapié se produzca de forma alineada e impida la acumulación de polvo.
En cuanto a los techos, no debemos olvidar que los pacientes van a estar mucho tiempo tumbado hacia arriba y van a ser su visión principal. Por eso, debemos cuidar su aspecto y pintarlos con tonos claros evitando, preferiblemente, el blanco. Para las cubiertas, recomendamos no utilizar falsos techos ni techos removibles, con el fin de no interferir en la limpieza de los ambientes.