De siempre me gustó la decoración, el diseño, las cosas bonitas… Recuerdo que de pequeña monté una casa para mis Barbies en un viejo armario que tenían mis padres en el garaje. ¡Sí, de verdad!, ¡en un armario! Como se me daban bien las manualidades, les confeccioné unos sofás y unas camitas con unas cajas de cartón y un poco de algodón. Luego recorté en unas viejas revistas unas cuantas imágenes para la decoración, etc. ¡Quedó chulísimo! ¡Me podía pasar horas y horas creando y jugando! A día de hoy, aunque no sea decoradora sino fotógrafa profesional, sí que me sigue apasionando la decoración y todo lo referente a la moda. De hecho el otro día navegando por Internet buscando tiendas de muebles y de decoración, caí por casualidad sobre una tienda online que me encantó. No la conocía para nada ni la había oído nombrar nunca, y francamente ¡me encantó! No sé si a vosotros os suena, pero si no es el caso os la aconsejo vivamente. ¡Es muy original y de lo más actual!
Encuentras de todo en un clic y de manera muy sencilla (¡no siempre es el caso! En algunas tiendas online… ¡ojo!). Además tienen un abanico muy amplio e interesante de muebles y productos, tanto para la casa como para la empresa. Proponen distintos estilos que van del clásico pasando por el vintage (¡me encanta!), el moderno, el nórdico, los muebles de forja ¡hasta una gama dedicada al diseño de autor! ¡Vaya que sus piezas son para todos los gustos y bolsillos! Personalmente yo estaba buscando un nuevo sofá para mi casa, porque hasta ahora no me había podido comprar uno nuevo, y el mío estaba hecho una calamidad. Pues tengo dos gatas, Chiara y Antonella a quienes les encanta hacerse las uñas en el sofá. ¡Malditas sean! Grrr… Pero son mis mascotas y las quiero un montón. Entonces… ¡me aguanto! En fin, que buscando en la página web vi uno que me llamó la atención, no sólo por lo bonito que era sino también por el precio que costaba. Se trataba de un Chester blanco maravilloso, con el aparador vintage quedaría súper guay.
A mí me encanta mezclar los estilos. No sé… quiero que mi casa tenga personalidad, alma propia, que refleje lo que soy, que al entrar la gente piense: “¡wau!”, que se sienta a gusto, al igual que yo… Por supuesto que busco la belleza, la armonía, que mi casa esté bien decorada, pero lo más importante a mis ojos es que sea cómoda y que tenga –como dicen los franceses– “ce je ne sais quoi” que la hace distinta a las demás. Yo soy una persona sensible y presto mucha atención a los detalles. Las “pequeñas cosas” son a menudo las que le dan un toque especial, emocional a un conjunto. Por ejemplo la iluminación en una casa es fundamental, puedes crear con ella un ambiente acogedor, intimista, alegre, sereno, etc. Asimismo, una lámpara no sólo transmite luz, puede ser un elemento decorativo extraordinario capaz de “vestir”, de transformar una pieza…
La decoración de una casa dice mucho de una persona, habla de sus inquietudes, de sus gustos… y yo a todo ello le presto una atención muy especial. Y bueno… he encontrado verdaderamente todo lo que buscaba y en todos los sentidos. ¿Qué más os puedo decir? Solamente que aparte de ser una tienda innovadora y muy interesante, tienen también la particularidad de trabajar con proveedores y fabricantes de muebles que utilizan madera procedente de bosques gestionados de manera sostenible y con certificaciones otorgadas por organismos independientes. ¡Para una ecologista y amante de la naturaleza como yo este tipo de detalle es primordial! Para acabar de una forma graciosa este post, tan sólo añadiré que espero que no les guste el Chester a mis gatas tanto como me gusta a mí…