Ha pasado la Navidad y muchos de nosotros ya hemos echado un vistazo al calendario para saber cuándo podremos disfrutar de la próxima gran fiesta. Nuestros ojos se detienen en febrero, un mes que encuentra en el Carnaval a su principal exponente. Y es que ya va siendo hora de pensar en qué queremos disfrazarnos para vivir una celebración que sin duda es de las más divertidas del año.
Cada vez más personas se han animado a realizar la compra de sus disfraces a través de Internet. Aunque sigue siendo común acudir en persona al establecimiento en el que se puede adquirir el género de manera directa, el volumen de venta online ha aumentado notoriamente sus registros en los últimos años y todavía se espera un incremento mucho mayor. Y es que la comodidad que implica comprar desde casa es difícilmente superable.
Desde hace algunos años, a mi grupo de amigos y a mí nos gusta adquirir nuestros disfraces justo después del periodo navideño. Lo hacemos así porque en anteriores ocasiones hemos tenido problemas para hacernos con los disfraces que deseábamos y, de esta manera, no tenemos ningún contratiempo a la hora de conseguirlos. También somos de esas personas que compran todo a través de Internet, y nuestros disfraces para Carnaval no escapan a esa filosofía.
Este año ya hemos hecho todo el trabajo. En diciembre decidimos que el disfraz sería el de enfermera y ha sido justo ahora, en enero, cuando nos hemos movido para hacernos con él. Lo hemos hecho vía online, a través de la página web www.lacasadelosdisfraces.es, una entidad en la que siempre hemos confiado y que nunca nos ha decepcionado a la hora de contar con unos trajes a un precio más que coherente y accesible para todos nosotros.
En muy poco tiempo llegará nuestro pedido, pero la experiencia nos permite estar muy tranquilos. Confiamos en La Casa de los Disfraces y en la calidad de su género. Nunca hemos tenido ningún problema en ninguno de esos pedidos y, si se diera esa circunstancia, sus profesionales nos atenderían de muy buen grado. Contar con un servicio así de rápido y seguro deja muy tranquila a una clientela que, como apuntaba anteriormente, hacen sus compras a través de su ordenador, móvil o tablet.
Disfrazarse, una tradición para todos los públicos
El Carnaval y sus tradiciones implícitas están hechos a prueba de bombas. Y es que son muchos miles de personas los que llegado el momento disfrutan y bailan al son de esta festividad. Disfrazarse es solo un complemento más para hacer de la fiesta algo más divertido y emocionante. Pero un complemento sin el cual el Carnaval perdería toda su esencia.
Una esencia que, por otro lado, se va extendiendo a más y más países. Carnaval ya no se trata únicamente de Río de Janeiro, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas. Es algo para todos, mayores y pequeños, hombres y mujeres, ricos y pobres. Es por eso por lo que se necesitan tiendas y empresas que apuesten por la venta de trajes de la manera en la que lo hace La Casa de los Disfraces, accesible y cómoda para todas las gentes.
Nosotros estamos encantados. Es verdad que no siempre hemos celebrado el Carnaval, pero desde que lo venimos haciendo nos divertimos y reímos una auténtica barbaridad. El hecho de poder estar con los míos en una situación completamente diferente a la habitual remarca el carácter mágico y totalmente ocioso de un evento de tales dimensiones.
Cuando todo acaba, las miradas se dirigen a Halloween, una celebración completamente diferente pero que encuentra en los disfraces un nexo común con Carnaval, algo por lo que también nos atrae. Para mis amigos y para mí el modo de operar es el mismo. Confiamos en el mismo proveedor para obtener un disfraz divertido y original y los resultados son igual de gratificantes. Y todo a un solo clic, el que nos permite adquirir productos a través de Internet.